jueves, 11 de septiembre de 2014


Una gran pérdida como persona y de las letras canarias.

Escribo unas líneas apresurada. Salgo para el tanatorio a despedir a un amigo. Un gran escritor y una gran persona. No lo traté en demasía, pero sí compartí algunos ratos con él y varias lecturas.
Lo recuerdo en la boda de su hija, en bautizos y comuniones de nietos. En mi casa cuando mi hija, alumna de la Facultad de Periodismo le hizo una entrevista en mi casa al calor de la chimenea, en algún tenderete familiar, íntimo, porque él era muy íntimo y amigo de la tranquilidad, la paz, el sosiego y las amistades reducidas.
A él le debo mi salto a la literatura de publicación. Yo siempre había escrito desde niña para familiares, amigos, compañeros de estudios..., pero todo se quedaba en casa. Él leyó uno de mis relatos y me animó a dar el salto; me lanzó sin miramientos de un golpe brusco a la piscina, porque opinaba que yo sabía nadar y no me hundiría.
Arturo Maccanti estuvo conmigo en el Orfeón la Paz cuando presenté mi primera novela: El envío turco.
Lo estoy viendo, como si fuera ahora, agitando la mano derecha cuando mencioné su nombre en señal de agradecimiento.
Me lo imagino en el mundo del Más Allá componiendo más poesías y más historias. Me lo imagino feliz leyendo y escribiendo y llevando una vida tranquila, pero alegre. Así lo recordaré siempre, aunque ahora las lágrimas inunden mis ojos y no me permitan seguir escribiendo.
Entre mis líneas borrosas sólo quiero hacer un homenaje al gran Arturo Maccanti.

3 comentarios:

  1. Buenas tardes, Carlos.

    Gracias por tu apoyo. Fue un gran poeta y mejor persona. Esta tarde iré al velatorio para despedirme y abrazar a su familia.
    Saludos de Pilar.

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  2. Gracias Pilar por tus palabras sobre Arturo Maccanti, un gran poeta, hijo de Aguere y una gran persona, sencilla, humilde, sin pretensiones y amigo de sus amigos.
    Un abrazo.

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