martes, 10 de septiembre de 2013

El Cristo de La Laguna




El próximo sábado 14 de septiembre se celebra la festividad de El Cristo de La Laguna.
A continuación les relato unos fragmentos de mis sentimientos y experiencias vividos con motivo de esa fiesta. Animo a toda la gente a tomar parte en ella y, en especial, a los laguneros.






14 de septiembre. Regresamos a nuestra querida ciudad de San Cristóbal de La Laguna con motivo de la festividad de su Cristo. A primeros de mes se lee el Pregón y durante todo el mes de septiembre tienen lugar numerosos actos religiosos, culturales, deportivos y musicales. Me gustaría mencionar a este respecto el concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el Festival Sabandeño, o la recientemente recuperada batalla de flores. La plaza del Cristo se llena de ventorrillos, puestos de feria y mercadillos. Un gran escenario alberga conciertos, actuaciones musicales o humorísticas y actos varios.
Todos los años salimos alguna noche que otra (sin contar el 14 y el 21, que se da por hecho) para dar una vuelta al caer el sol. El punto de encuentro es el ventorrillo de los hijos de nuestro amigo Manolo. Ahí están habitualmente en su compañía Alfonso y señoras. Con ellos  pasamos siempre un buen rato y planificamos futuras reuniones gastronómicas. A Manolo le encanta comer caracoles y su mujer los prepara exquisitamente, eso es al menos lo que me comentan los amigos partidarios de esta especialidad (en cuanto a este plato hay división de opiniones: unos comen y otros no, pero no importa siempre hay un menú más extenso para los no caracoleros; además, cualquier pretexto es bueno para reunirse), por ello, en cuanto le mencionas algo al respecto no se lo piensa un momento y organiza una caracolada para uno de los próximos días. Después nos apiñamos en torno a la mesa, preguntamos que tienen hoy, y vamos pidiendo raciones y medias o cuartas de vino para acompañar los platos de croquetas, ensaladilla, garbanzas, callos, pinchos, carne fiesta. Las Pilis nos acercamos a unos puestos cercanos pertenecientes a la feria para comprar papas fritas y almendras garrapiñadas. Así completamos el menú. A ser posible, nos procuramos siempre una mesa bien asocadita y con vistas, aunque lejanas, al escenario. Hay actuaciones interesantes (para nosotros se entiende, claro), otras que consideramos más bulliciosos y nos hacen elevar considerablemente el tono en la conversación
  —¡Ya podían bajar un poco el volumen! exclama siempre alguien.
Pero hay que dar gusto a todos. Y nosotros, de todas formas como ya tenemos el espectáculo en la mesa, no necesitamos más.
El día 14 por la mañana presenciamos el traslado del Pendón desde las Casas Consistoriales hasta la parroquia matriz de Nuestra Señora de la Concepción. Finalizada la misa celebrada por el Obispo y presidida por las autoridades civiles y militares, así como representantes del Cuerpo Consular, el Santísimo Cristo sale a la calle e inicia la procesión de retorno a su santuario.
A plena luz del día puede admirarse mejor la belleza de esta talla gótica de hace cinco siglos del Cristo crucificado, con la cabeza inclinada a la derecha, la boca ligeramente entreabierta y la melena ensortijada flanqueando sus mejillas.  La imagen está clavada en una cruz de plata, que refulge por la luz del sol.  Se desplaza sobre una base de plata repujada y ornada de olorosas flores y faroles, que iluminarán el recorrido nocturno.
Al paso de su Cristo los laguneros guardan silencio y se santiguan. Lo acompañan las autoridades y la hermandad de sus esclavos, la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna.
El momento más emotivo de la procesión lo constituye el paso de de los artilleros. Su presencia, que estuvo cuestionada unos años por motivos políticos, volvió a recuperarse. Los actuales reclutas en nombre de sus antecesores soldados pertenecientes a la Batería de Armas del Grupo de Montaña, con algunos refuerzos del personal de Costa, que participaron en la campaña de Marruecos allá por los años 1921-22 pueden mantenerse fieles a su promesa de acompañar al Cristo en sus procesiones, en acción de gracias por haber regresado todos sanos y salvos tras combatir en varias batallas.
Al anochecer todo está preparado en casa de Walky para cenar y disfrutar del espectáculo de los fuegos. La casa y la calle se llenan otra vez de mesas y sillas. El aire fresco de la noche lagunera se atempera con el vapor que despiden los guisos. Van llegando los amigos. Al paso de la procesión por El Casino, todos nos acercamos para ver al Cristo.
Ahí está siempre nuestro amigo José Vicente, fiel a la cita con el Cristo lagunero.
La escarcha se deja sentir por las calles y Lucky nos hace señas para que nos coloquemos asocaditos, donde hace menos  frío.
Nena y Lala se aproximan, apenas reconocibles entre mantones y abrigos. Pero no quieren perderse el paso del Cristo.

Algunos años acompañamos la procesión un rato y entramos en las iglesias y conventos, recreándonos con la contemplación de estos monumentos vetados el resto del año a los seglares, así como con el canto de las religiosas de clausura. Otras veces vamos hasta la plaza para ver la salida del Cristo y dar una vuelta por los ventorrillos.
 De regreso a casa de Walky, nos acomodamos donde haya sitio y nos echamos algo caliente al estómago: unas garbanzas, un caldo, unas costillas con papas y piñas de millo o unas potas con papas arrugadas para mojar. La noche está fría y en los coches se aprecia la capa que van dejando las gotas de rocío.
 Poco antes de las once todo el mundo se pone en movimiento con el vaso en una mano, la silla en otro (Algunos, como Lutzardo, por ejemplo, cargan además una jarra de vino y un plato de comida, porque así, dicen, se disfruta más de los fuegos) y nos trasladamos unos pocos metros más allá, a la explanada frente a la recova, desde dónde se tiene una buena vista de los fuegos, que se dispararán desde el Risco. Con bastante puntualidad da comienzo la primera de las series (antes cinco, luego tres. La crisis no respeta ni las tradiciones.). El cielo se tiñe de colores y todos nos extasiamos con este gigantesco calidoscopio, que se despliega ante nuestros ojos.
 La brisa nocturna rompe su vuelo silencioso con los sonidos peculiares de la pirotecnia. Al finalizar cada serie vamos comentando como fue su desarrollo, las innovaciones con respecto al pasado año o a otros lugares como Candelaria, Los Realejos, Tejina, etc. Comparamos unas series con otras y, tras varias alegaciones emitimos nuestro voto. Cuando los voladores anuncian el fin del espectáculo, recogemos nuestros trastos y tornamos a casa de Walky para disfrutar de los postres y la tertulia. Nunca falta la música y la animación.

En la plaza del Cristo se prepara una gran traca como remate final de la noche. En el escenario comenzará alguna actuación. A veces vamos a echar un vistazo y regresamos o permanecemos tranquilamente en la casa, dónde se está muy a gusto.

4 comentarios:

  1. Bueno, pues ya he conseguido llegar hasta aquí.
    Pensaba que me podría poner como seguidora del blog, pero solo nos das la posibilidad de ser por mail... pues por mail. Hecho.

    El 14 de septiembre también son fiestas en otro pueblo que yo conozco...

    Un abrazo, y que lo paséis tan bien como nos cuentas.

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    1. Gracias por tu comentario. Me alegro de que consiguieses acceder al blog.
      Tienes toda la razón. También son las fiestas de un pueblo muy entrañable para mi, porque es el pueblo de mi marido: Arcos de Jalón (Soria). He vivido la fiesta en algunas ocasiones, pero hace tantos años... Ahora estoy más ligada a Canarias y en especial a Tenerife. No obstante, recuerdo que eran unas fiestas estupendas y lo pasé muy bien.
      Besos. Pilar.

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  2. Jo como conoces a tu gente. Una fiesta tradicional y entrañable. Me alegro de ver por aquí a Petra. Seguiremos "siguiéndote" porque eres buena y se está agradable por aquí. Pero me uno a Petra en que nos deberías de dar la posibilidad de apuntarnos como seguidores de tu blog. Abrazos.

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  3. El Cristo de La Laguna constituye una fiesta muy emotiva y agradable. Además tengo la suerte de tener muchos amigos con los que compartirla.
    Voy añadir esa posibilidad, gracias.
    Saludos. Pilar.

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