martes, 10 de septiembre de 2013

Fragmento de "El envío turco"



Hoy les presento un pequeño fragmento de mi novela "El envío turco"



A las dos menos cuarto se hallaba listo para actuar. Palpó la mochila y los objetos guardados en el interior. El roce lo tranquilizó más. Observó con más detenimiento, entre el follaje, a los dos guardianes ya en las proximidades del primer museo. Se enderezó y escudriñó la penumbra, taladrándola con sus ojos verde esmeralda. Escuchó unos golpes en la puerta y, acto seguido, el chasquido del mecanismo de apertura. El vigilante que había tocado con los nudillos desapareció en el interior. Juscelino esperó a que el otro le diera la espalda y se aproximó con el sigilo de un depredador por el trazado libre de alarmas. Al llegar a su altura, se abalanzó sobre él, incrustándole en el rostro un pañuelo bañado en narcótico. El vigilante se desplomó en sus brazos. Sin perder un segundo, lo arrastró hasta un sarcófago de piedra cercano. Le quitó la chaqueta y el pantalón, lo ató y amordazó. Había comenzado a vestirse con las prendas obtenidas, cuando sus finos oídos percibieron el sonido que precedía a la apertura de la puerta. Juscelino dejó los pantalones a un lado, se ajusto la chaqueta y se caló la gorra. Salió al patio dando la espalda al vigilante. Percibió sus pisadas y algunas palabras que le dirigía. En el preciso momento en que lo sintió justo detrás de él, se dio la vuelta y lo silenció como a su compañero.

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