viernes, 21 de agosto de 2015



Ya estoy de regreso en Tenerife, en mi querida Laguna, lindando con la Esperanza (El Rosario) mis dos municipios más queridos de la isla. Vengo de El Hierro, una isla maravillosa; es la tercera vez que la visito, y si no fui en más ocasiones no fue por querer, fue por motivos laborales. Me invitó el Pollo de Sabinosa para las fiestas de San Simón en repetidas ocasiones y también mi amigo Luís, el del Hierro, como le llamamos acá.
Ahora fui invitada por el Ayuntamiento de Frontera y el Centro de Iniciativas Turísticas con Amós Lutzardo en cabeza (todo un puntal), todo gestionado a través de mi amiga Maruchi Quintero Reboso, una pintora herreña que presentaba sus cuadros en una exposición: el primer encuentro de pintoras herreñas.
Todo transcurrió del diez. La presencia del Ayuntamiento y del Cabildo, la gente, los amigos... Todo es de agradecer. Opino que la presentación salió bien y que a la gente le gustó.
Es interesante que una novela transcurra en los lugares donde vives y recorres día a día. Es interesante que tu isla se vea reflejada y escrita en un libro que pueda leer mucha gente. Desde Tamaduste a La Restinga, pasando por Frontera, El Golfo, El Pinar, La ermita de la Virgen de los Reyes, las sabinas, el faro de orchilla, el pozo de la salud, las calcosas, los miradores..
Espero regresar pronto para la noche de los volcanes el 25 de septiembre. También espero ir a Valverde y a los IES a dar unas charlas-coloquios para que los alumnos se animen a la lectura.