viernes, 27 de septiembre de 2013

La literatura es el arte de vivir, de soñar, de hacer realidad un sueño o de soñar una realidad. Es una manera de ver la vida, de representarla y de expresarla. Existen muchas maneras de ver, de soñar, de vivir, de escribir, de pensar,de  imaginar....La literatura es mágica. Te transporta a tierras lejanas o próximas, a tiempos pretéritos, actuales o futuros, a circunstancias conocidas o desconocidas, a poemas, a teatro, a novelas, a óperas y sinfonías, a relatos breves o largos... La literatura es magnífica. Y descubrí que a todo el mundo gusta. El quid de la cuestión, si quieres publicar algo o satisfacer a tus amigos, es dar con algo que guste a la gente (Viva la gente, la hay donde quiera que vas...). Yo tengo muchos amigos y quería satisfacer a todos, un público amplio y variopinto (esa fue mi intención. En mi caso lo logré y está teniendo éxito).
Lo principal, opino, es escribir sobre algo que te guste y conozcas bien. Así puedes transmitir tus sentimientos, crear un buen ambiente donde se muevan unos buenos personajes. Y si le pones una chispa de argumento...
Me encanta leer. Yo vivo leyendo. Desde que aprendí a leer no paré y siempre tengo un libro entre manos. También tengo siempre un papel y un lápiz a mano. Yo vivo escribiendo.
A mis hijos, desde chicos, aún no sabían leer, les llevé sábado tras sábado a la biblioteca a consultar libros, a recibir libros en préstamo, a a que supieran el ambiente de una biblioteca con su silencio y su respeto, a que se familiarizaran con el ambiente. También había cuentacuentos y otros actos...
Mi esfuerzo no fue en vano. A mis hijos les gusta leer. Además a nosotros, a sus padres,siempre nos han visto leyendo. Ahora disponemos de una biblioteca, llena de libros del suelo al techo y, en las tardes de invierno encendemos la chimenea ¿Puede haber algo más agradable que sentarse en un sillón orejero o un diván, con un chocolate caliente, un café, o una copa de licor y un libro entre las manos frente a una chimenea donde chisporrotean los maderos y la piñas esparcen por el ambiente su oloroso aroma?
Sin embargo no fue necesario llegar a eso. Todos leíamos aunque fuese en la calle, en la cola de algo, entre comidas y lavadoras, de pie, sentado, en el sofá, en la cama, caminando.... La lectura es nuestra pasión familiar. La mía es la lectura y la escritura y mi familia y mis amigos me apoyan en todo.

Louis Couperus

Estoy leyendo actualmente el libro "Jerjes" de Louis Couperus. Un escritor holandés de hace dos siglos, autor de diferentes libros, alguno inspirado en "El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde. En este caso se trata de una novela histórica. Demasiado histórica, diría yo, que podría pasar por un libro de texto para historiadores. A mi me está gustando, por mi afición a la novela y a la historia, pero considero que es demasiado erudito. Las descripciones de Jerjes, sus generales y almirantes, la corte de Susa, la geografía, los atuendos de los aliados persas, las deliberaciones... Hay que ser muy entusiasta de la historia para leerlo. Detalla demasiado. También, en ocasiones, insiste demasiado en el carácter ambicioso, soberbio y sentimental, en su oro y poder del Rey de reyes (tal vez se deba a la traducción).
Se trata de una novela muy bien documentada, muy erudita e interesante para los amantes de la historia. A nivel general resulta demasiado bien ambientada.
Hace unas preciosas descripciones de los personajes y de los pueblos que pertenecían al imperio persa o a las polis griegas. Resulta impresionante, pero te tiene que gustar este tipo de temas.
Me encanta el capítulo de Esquilo, el famoso autor de tragedias griegas, tras la derrota de la flota persa en la batalla de Salamina, cuando reflexiona en lo alto del monte.
Amigos historiadores y amantes de este género ¡Anímense! Es un escritor antiguo, pero con muchas cualidades.
No les defraudará.

lunes, 23 de septiembre de 2013

De tenderte

El sábado 21, San Mateo, preparé un tenderte en mi casa para corresponder a las invitaciones de los amigos que me hacen a lo largo del año. No pudieron venir todos, como es natural. Unos estaban en la vendimia, otros de viaje o enfermos, otros por diversos motivos..., pero nos reunimos un buen grupo. Lo pasé genial, aunque eché de menos a los ausentes! Tres parrandas distribuidas por el garaje y el jardín, tertulias, chistes, alegaciones, un mogollón de comida y dulces y, especialmente buena compañía y buenos amigos.

Canarias y, en especial, Tenerife en un lugar maravilloso donde encontré a un millón de amigos (como la canción) y donde celebramos los típicos tenderetes en los que todos colaboran y participan a su manera con el objetivo de que la fiesta resulte fantástica. Todos aportan comida, bebida, guitarras, timples o instrumentos varios, friegan la loza, cocinan, limpian, recogen, animan, cantan, bailan... Todos traen lo mejor de sí mismos y se pasan unos ratos inolvidables. Te olvidas de los problemas, de la rutina, de la crisis, de todo lo malo que ocurre en el mundo. Te sumerges en un océano de alegría, optimismo y amistad.
Me gusta viajar, conocer gente y lugares, me gustaría ver crecer a mis hijos (aunque ya son bastante altos, en especial, mi hijo), me gustaría seguir viviendo; pero como me dijo en una ocasión un amigo: si me murise ahora, lo podría hacer satisfecha, porque conocí la Felicidad con mis amigos de Tenerife y no necesito más.





miércoles, 18 de septiembre de 2013

Isabel Medina

Hoy estuve tomando una "cortadito" con Isabel Medina. Una gran mujer canaria, maestra y escritora. Una persona muy llana y amigable, que desde su puesto docente como maestra de lengua trató de fomentar la afición a la lectura y escritura por parte de sus alumnos. Una mujer que escribe cuentos para niños (Es de destacar "Viaje fantástico por las islas Canarias", "De parte de don Quijote"...). También hace poemas para niños y adultos, novelas con gran sentimiento, relatos de leyendas canarias  e incluso libretos para óperas y sinfonías.
Una mujer maravillosa que ha publicado montones de libros y toma parte activa en las actividades culturales de la isla.
Una Gomera, que vino de niña a Tenerife, al valle de Güimar y ama su tierra, su cultura y la literatura es su pasión.
Se la recomiendo.
Saludos Pilar.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Libros de viajes

Estoy leyendo el libro de Gabi Martínez "En la barrera". Un libro muy interesante sobre Australia y su barrera de coral que está en peligro de extinción. Sus propias experiencias y vivencias, sus contactos con la gente del país, sus múltiples citas de interesados por la geografía, biología, pescadores, escritores, naturalistas, arqueólogos, viajeros y amantes de de la naturaleza en general son muy interesantes. Nos introduce en Australia, ese lejano continente, en sus ciudades, su naturaleza, sus problemas. Se lo recomiendo.

























miércoles, 11 de septiembre de 2013

Festividad de Santa Bárbara (Icod de los Vinos)



Hoy quiero hablarles de un acto muy entrañable que tiene lugar en el barrio icodense de Santa Bárbara con motivo de la festividad de su patrona que ostenta el mismo nombre.
El último sábado de agosto se celebra la tradicional subida de "Los cestos y los bollos". Hacia las tres de la tarde y desde la calle del Plano parten las jóvenes ataviadas con sus trajes típicos portando los cestos de bollos. En el Lomo Blanco se les unen los porteadores de cestos de frutas que han elaborado desde la noche anterior y entrado el amanecer. Llegados a la zona del Pino se agregan grupos folklóricos, parrrandas y tendereteros. Tras un pequeño descanso para reponer fuerzas, la comitiva inicia la bajada hasta la plaza donde se realiza la ofrenda de los bollos y cestos.
La fiesta es muy animada y no se la deben perder el próximo año.
Ahí les cuelgo unas imágenes para que se hagan una idea.
























martes, 10 de septiembre de 2013

El Cristo de La Laguna




El próximo sábado 14 de septiembre se celebra la festividad de El Cristo de La Laguna.
A continuación les relato unos fragmentos de mis sentimientos y experiencias vividos con motivo de esa fiesta. Animo a toda la gente a tomar parte en ella y, en especial, a los laguneros.






14 de septiembre. Regresamos a nuestra querida ciudad de San Cristóbal de La Laguna con motivo de la festividad de su Cristo. A primeros de mes se lee el Pregón y durante todo el mes de septiembre tienen lugar numerosos actos religiosos, culturales, deportivos y musicales. Me gustaría mencionar a este respecto el concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el Festival Sabandeño, o la recientemente recuperada batalla de flores. La plaza del Cristo se llena de ventorrillos, puestos de feria y mercadillos. Un gran escenario alberga conciertos, actuaciones musicales o humorísticas y actos varios.
Todos los años salimos alguna noche que otra (sin contar el 14 y el 21, que se da por hecho) para dar una vuelta al caer el sol. El punto de encuentro es el ventorrillo de los hijos de nuestro amigo Manolo. Ahí están habitualmente en su compañía Alfonso y señoras. Con ellos  pasamos siempre un buen rato y planificamos futuras reuniones gastronómicas. A Manolo le encanta comer caracoles y su mujer los prepara exquisitamente, eso es al menos lo que me comentan los amigos partidarios de esta especialidad (en cuanto a este plato hay división de opiniones: unos comen y otros no, pero no importa siempre hay un menú más extenso para los no caracoleros; además, cualquier pretexto es bueno para reunirse), por ello, en cuanto le mencionas algo al respecto no se lo piensa un momento y organiza una caracolada para uno de los próximos días. Después nos apiñamos en torno a la mesa, preguntamos que tienen hoy, y vamos pidiendo raciones y medias o cuartas de vino para acompañar los platos de croquetas, ensaladilla, garbanzas, callos, pinchos, carne fiesta. Las Pilis nos acercamos a unos puestos cercanos pertenecientes a la feria para comprar papas fritas y almendras garrapiñadas. Así completamos el menú. A ser posible, nos procuramos siempre una mesa bien asocadita y con vistas, aunque lejanas, al escenario. Hay actuaciones interesantes (para nosotros se entiende, claro), otras que consideramos más bulliciosos y nos hacen elevar considerablemente el tono en la conversación
  —¡Ya podían bajar un poco el volumen! exclama siempre alguien.
Pero hay que dar gusto a todos. Y nosotros, de todas formas como ya tenemos el espectáculo en la mesa, no necesitamos más.
El día 14 por la mañana presenciamos el traslado del Pendón desde las Casas Consistoriales hasta la parroquia matriz de Nuestra Señora de la Concepción. Finalizada la misa celebrada por el Obispo y presidida por las autoridades civiles y militares, así como representantes del Cuerpo Consular, el Santísimo Cristo sale a la calle e inicia la procesión de retorno a su santuario.
A plena luz del día puede admirarse mejor la belleza de esta talla gótica de hace cinco siglos del Cristo crucificado, con la cabeza inclinada a la derecha, la boca ligeramente entreabierta y la melena ensortijada flanqueando sus mejillas.  La imagen está clavada en una cruz de plata, que refulge por la luz del sol.  Se desplaza sobre una base de plata repujada y ornada de olorosas flores y faroles, que iluminarán el recorrido nocturno.
Al paso de su Cristo los laguneros guardan silencio y se santiguan. Lo acompañan las autoridades y la hermandad de sus esclavos, la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna.
El momento más emotivo de la procesión lo constituye el paso de de los artilleros. Su presencia, que estuvo cuestionada unos años por motivos políticos, volvió a recuperarse. Los actuales reclutas en nombre de sus antecesores soldados pertenecientes a la Batería de Armas del Grupo de Montaña, con algunos refuerzos del personal de Costa, que participaron en la campaña de Marruecos allá por los años 1921-22 pueden mantenerse fieles a su promesa de acompañar al Cristo en sus procesiones, en acción de gracias por haber regresado todos sanos y salvos tras combatir en varias batallas.
Al anochecer todo está preparado en casa de Walky para cenar y disfrutar del espectáculo de los fuegos. La casa y la calle se llenan otra vez de mesas y sillas. El aire fresco de la noche lagunera se atempera con el vapor que despiden los guisos. Van llegando los amigos. Al paso de la procesión por El Casino, todos nos acercamos para ver al Cristo.
Ahí está siempre nuestro amigo José Vicente, fiel a la cita con el Cristo lagunero.
La escarcha se deja sentir por las calles y Lucky nos hace señas para que nos coloquemos asocaditos, donde hace menos  frío.
Nena y Lala se aproximan, apenas reconocibles entre mantones y abrigos. Pero no quieren perderse el paso del Cristo.

Algunos años acompañamos la procesión un rato y entramos en las iglesias y conventos, recreándonos con la contemplación de estos monumentos vetados el resto del año a los seglares, así como con el canto de las religiosas de clausura. Otras veces vamos hasta la plaza para ver la salida del Cristo y dar una vuelta por los ventorrillos.
 De regreso a casa de Walky, nos acomodamos donde haya sitio y nos echamos algo caliente al estómago: unas garbanzas, un caldo, unas costillas con papas y piñas de millo o unas potas con papas arrugadas para mojar. La noche está fría y en los coches se aprecia la capa que van dejando las gotas de rocío.
 Poco antes de las once todo el mundo se pone en movimiento con el vaso en una mano, la silla en otro (Algunos, como Lutzardo, por ejemplo, cargan además una jarra de vino y un plato de comida, porque así, dicen, se disfruta más de los fuegos) y nos trasladamos unos pocos metros más allá, a la explanada frente a la recova, desde dónde se tiene una buena vista de los fuegos, que se dispararán desde el Risco. Con bastante puntualidad da comienzo la primera de las series (antes cinco, luego tres. La crisis no respeta ni las tradiciones.). El cielo se tiñe de colores y todos nos extasiamos con este gigantesco calidoscopio, que se despliega ante nuestros ojos.
 La brisa nocturna rompe su vuelo silencioso con los sonidos peculiares de la pirotecnia. Al finalizar cada serie vamos comentando como fue su desarrollo, las innovaciones con respecto al pasado año o a otros lugares como Candelaria, Los Realejos, Tejina, etc. Comparamos unas series con otras y, tras varias alegaciones emitimos nuestro voto. Cuando los voladores anuncian el fin del espectáculo, recogemos nuestros trastos y tornamos a casa de Walky para disfrutar de los postres y la tertulia. Nunca falta la música y la animación.

En la plaza del Cristo se prepara una gran traca como remate final de la noche. En el escenario comenzará alguna actuación. A veces vamos a echar un vistazo y regresamos o permanecemos tranquilamente en la casa, dónde se está muy a gusto.

Fragmento de "El envío turco"



Hoy les presento un pequeño fragmento de mi novela "El envío turco"



A las dos menos cuarto se hallaba listo para actuar. Palpó la mochila y los objetos guardados en el interior. El roce lo tranquilizó más. Observó con más detenimiento, entre el follaje, a los dos guardianes ya en las proximidades del primer museo. Se enderezó y escudriñó la penumbra, taladrándola con sus ojos verde esmeralda. Escuchó unos golpes en la puerta y, acto seguido, el chasquido del mecanismo de apertura. El vigilante que había tocado con los nudillos desapareció en el interior. Juscelino esperó a que el otro le diera la espalda y se aproximó con el sigilo de un depredador por el trazado libre de alarmas. Al llegar a su altura, se abalanzó sobre él, incrustándole en el rostro un pañuelo bañado en narcótico. El vigilante se desplomó en sus brazos. Sin perder un segundo, lo arrastró hasta un sarcófago de piedra cercano. Le quitó la chaqueta y el pantalón, lo ató y amordazó. Había comenzado a vestirse con las prendas obtenidas, cuando sus finos oídos percibieron el sonido que precedía a la apertura de la puerta. Juscelino dejó los pantalones a un lado, se ajusto la chaqueta y se caló la gorra. Salió al patio dando la espalda al vigilante. Percibió sus pisadas y algunas palabras que le dirigía. En el preciso momento en que lo sintió justo detrás de él, se dio la vuelta y lo silenció como a su compañero.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Lindsey Davis

Geniales novelas de Lindsey Davis, la escritora británica que escribe en primera persona sobre un típico personaje Didio Falco. Se trata de un detective ubicado en la Roma de la época de Vespasiano, que empieza siendo un sencillo investigador y acaba emparentando con la hija de un senador romano y aceptando encargos del propio Emperador. Los escenarios de las novelas se trasladan por todo el Imperio Romano: Britania, Las Galias, Hispania, Palmira, Grecia, Norte de África Alejandría...
Unas novelas interesantes para los amantes de la historia antigua, de la intriga y de la acción.